Cada vez hay más artículos que son consultados en internet con un sinfín de trucos para tener los dientes más blancos. Pero lejos de ayudarnos a mejorar nuestra sonrisa, pueden poner en juego nuestra salud bucodental. Por eso, en este post vamos a explicar los riesgos de un blanqueamiento dental casero.
Este tipo de tratamientos están destinados a corregir los defectos de coloración de nuestros dientes, haciendo que nuestra sonrisa tenga un aspecto más bonito y sano. Aunque sea un método estético es de vital importancia que sea un procedimiento supervisado por un profesional de la odontología.
El odontólogo es el que debe decidir qué técnica utilizar, pero cada vez hay más consultas en los diferentes portales web de salud sobre el tema. Un tratamiento casero no sustituye el procedimiento odontológico, aunque tu agenda esté muy ocupada deberías conseguir el tiempo para tener por lo menos, dos limpiezas bucodentales al año.
Todos aspiramos a unos dientes bonitos y blancos pero la mejor manera de conseguirlo es acudir al dentista. No optes por tratamientos caseros ni trucos de internet, puedes estar dañando tu salud bucodental. Si este es tu caso ¡detente!
Blanqueamientos dentales caseros que son mitos
La receta de bicarbonato de soda, limón y agua oxigenada no funciona. ¡Es así! De paso, dañan el esmalte de tus dientes.
Frotarse los dientes con determinadas frutas, no es eficaz. Tampoco los son los chicles con efecto blanqueante. Además, son métodos dañinos para nuestra salud dental.
Un tratamiento casero de poca efectividad es el uso de agua oxigenada. Su efecto es de escasa efectividad porque usarla sola no tiene resultado, necesita activarse con luz o químicamente, lo cual no se recomienda hacer sin supervisión.
¿Qué puedo hacer para tener unos dientes más blancos?
Sin duda, la mejor opción es realizarse un blanqueamiento profesional con un dentista. Sin embargo, aquí te dejamos algunas recomendaciones para cuidar el color de tus dientes:
- Evita fumar. No tenemos que decirte lo malo que es para la salud general este hábito, y si fumas o masticas tabaco acude a revisiones odontológicas con más frecuencia de la recomendada.
- No abuses de comidas que influyen en el color de tus dientes. Sobre todo, después de un reciente blanqueamiento clínico.
- Ten cuidado con lo que tomas. Muchas de las bebidas que solemos consumir tienen un alto nivel de azúcar y aunque nos gusten mucho, la verdad es que no son saludables y pueden dañar nuestros dientes.
Sonreír con confianza no es solo una cuestión de estética, también es una cuestión de salud oral. Y de eso, nadie sabe más que el dentista. ¿Tienes dudas sobre los blanqueamientos dentales? ¡Consúltanos! Te ayudaremos a lograr tu mejor sonrisa.