¿Los bebés pueden tener caries?

Las caries siendo uno de los principales enemigos para nuestra salud oral. Mucha gente piensa que son más frecuentes en los niños, debido a una higiene bucodental escasa o deficiente y a un consumo elevado de azúcares. Sin embargo, lo cierto es que son uno de los motivos de consulta odontológica más frecuente del mundo y pueden aparecer a cualquier edad. De hecho, ¿sabías que los bebés pueden tener caries?

Así es. Se llaman comúnmente caries de biberón, tempranas o de primera infancia. Al principio se creía que su aparición estaba asociada a un empleo prolongado del biberón, pero en la actualidad sabemos que responden a múltiples causas y no solo al biberón. Por eso, es preferible hablar de caries temprana o de primera infancia.

¿Qué son las caries de primera infancia y por qué se producen?

Las caries son zonas dañadas de manera permanente en la superficie de los dientes causando aberturas u orificios. En el caso de las tempranas o de primera infancia, afectan a varios dientes de leches en niños con edades comprendidas entre 1 y 3 años. A pesar de tratarse de un problema bucodental infantil, estas caries evolucionan muy rápido y pueden llegar a causar una grave destrucción en los dientes de los más pequeños.

¿Por qué se producen las caries de primera infancia? Son muchos los factores que pueden influir en su aparición entre los que destacamos los siguientes:

  • Una infección bacteriana. Lo primero que debes tener en cuenta es que las caries son un proceso infeccioso y como tal pueden ser contagiosas. Por ello, es muy importante que los padres no compartan objetos como los cubiertos con sus hijos cuando, por ejemplo, prueban la comida para medir su temperatura antes de dársela al bebé.
  • El azúcar. Es el enemigo número uno de la salud, en general, y de la salud oral, en particular. Es muy importante asegurarse que la alimentación de los más pequeños no tiene un alto contenido en azúcar y tampoco se debe recurrir a ‘trucos’ antiguos como empapar el chupete en miel o azúcar.
  • Una higiene oral deficiente o incorrecta. La higiene bucodental debe ser una prioridad a cualquier edad. Eso incluye también a los bebés.
  • Características intraorales propicias. En algunos casos el Ph de la saliva o su consistencia pueden propiciar la aparición de caries. Por ello es fundamental que, a partir del primer año de vida, los niños acudan a revisiones odontológicas de manera periódica. Es la mejor manera de prevenir patologías y enfermedades bucodentales.

Síntomas de las caries de primera infancia

Al igual que sucede en los niños, adolescentes o adultos, las caries aparecen asociadas a una serie de síntomas que pueden causar molestias en los bebés:

  • Dolor.
  • Infección.
  • Déficit de hierro.
  • Problemas gastrointestinales.
  • Pérdida prematura de dientes.
  • Dificultades para masticar.
  • Irritabilidad.
  • Problemas para dormir.

¿Cómo prevenir las caries tempranas?

Hay una serie de factores que pueden contribuir a prevenir la aparición de este tipo de caries:

  • Cuidar la alimentación. Tanto durante el embarazo como en los primeros años de vida del niño. Limitar el consumo de azúcares en estas etapas es fundamental.
  • Una buena higiene bucodental. Es necesario iniciar una rutina de cuidados bucodentales desde el nacimiento del bebé. Al principio, basta con empapar un paño o una gasa en agua y masajear suavemente las encías para ir poco a poco acostumbrando al niño a la rutina de lavado de dientes.
  • Revisiones periódicas con el dentista. No solo para el bebé, que debería acudir a su primera revisión a partir de cumplir un año, sino también para sus padres y cuidadores. De esta manera se previene también la posibilidad de que aparezcan caries por contagio en los niños.

 ¿Cómo debe ser la higiene bucodental en los bebés?

Desde que nacen, es importante acostumbrar al niño al proceso de higiene bucal. Como comentábamos, en las primeras etapas, cuando aún no tienen dientes, se puede utilizar una vez al día (preferiblemente por la noche) una gasa o un dedal (los hay de silicona, látex y también de tela) humedecido en agua para masajear con suavidad sus encías.

Con la erupción de los primeros dientes, aparece el primer uso del cepillo de dientes. Debe ser de cerdas de goma o muy suaves. De nuevo, es preferible que el cepillado se realice una vez al día y preferiblemente por la noche. Se trata de un cepillado muy suave para evitar generar sensaciones negativas en la boca del niño. 

El proceso de higiene bucodental varía con el paso de los años. Diferentes cepillos, nuevos movimientos, pasta de dientes, colutorios… Si tienes dudas sobre cómo llevar a cabo esta rutina, consúltanos. Nuestro equipo médico y nuestros higienistas dentales te explicarán con detalle cómo hacerlo.

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